Yoga somático: Canal de conexión y sanación para cuerpo y mente

Una práctica que te permite conectar con tu ser, manejar las emociones y lograr una experiencia liberadora. Así puede definirse el yoga somático, en el cual se trabaja cuerpo y mente a través de movimientos y respiraciones. Su objetivo es ampliar la conciencia de las sensaciones al ejecutar una rutina.

Un amplio margen de personas pueden practicarlo, sin importar su edad, experiencia o condición física. Con este se logra una gran relajación, tranquilidad y el autoconocimiento de cuerpo, mente y espíritu. Exploremos más acerca de esta disciplina y sus beneficios.

Conoce el Yoga somático 

El yoga somático es una práctica que vincula profundamente cuerpo y mente. Con este, se busca sensibilizar la conciencia de uno mismo a través de una internalización o despertar.

Se fundamenta en que el cerebro percibe el cuerpo de forma integral, todos los músculos trabajan como un conjunto en pro de objetivos. Al realizar una rutina desde esta perspectiva, la persona puede cambiar pensamientos y acciones. Como resultado, disminuye el dolor, tensiones, ansiedad y estrés.

También se puede lograr una mejor postura, flexibilidad, elongación, fuerza y equilibrio. Si lo realizas de forma consecuente, adquirirás más sensibilidad, como la propiocepción e interocepción.

Con cada respiración podrás acercarte a un encuentro contigo mismo, donde tu cuerpo estará listo para evitar lesiones y conseguir una mayor fortaleza. Dejando que tus instintos se aviven y puedan comunicarte con mayor claridad que es bueno para ti y que no.

Las asanas se asocian con el movimiento natural y la guía del maestro, donde las sensaciones propias juegan un papel trascendental. Literalmente, el término soma se refiere al cuerpo vivo o consciente.

Qué es el yoga somático: Origen de la disciplina

Este tipo de disciplina surge de la vinculación entre el Hatha Yoga y la somática; término concebido por Thomas Hanna en 1976, el cual conjuga filosofías orientales antiguas y la psicoterapia de occidente.

También, implica ciertos principios de la neurociencia, el Método Feldenkrais y la técnica Alexander. Se vale de la neuroplasticidad cerebral, que brinda a este órgano una gran capacidad de adaptación. Esto, por medio de nuevas conexiones neuronales que se logran a través de un entrenamiento físico y mental.

La persona realiza movimientos usando la atención plena, lo cual permite el control muscular, obteniéndose un bienestar general. Se eliminan las tensiones y el dolor, a la vez consigues un estado de tranquilidad y paz interna.

Esta disciplina se diferencia de otros tipos de yoga en que se enfoca en la experiencia y los movimientos, más que en las posturas. Por lo que las asanas se realizan de manera lenta, concientizando su ejecución.

Es importante entender cómo se siente ejecutarlos, identificar las señales de alarma, tensión o dolor; captando sensaciones musculares e internas. Su propósito va más allá de fortalecer el cuerpo, la sesión se realiza buscando una gran fluidez y estabilidad.

¿Yoga somático para principiantes?

Sí, esta disciplina puede practicarse independientemente del nivel que tengas, ya que no posee mucha intensidad. Se logra una buena personalización, porque se adapta a las necesidades de cada practicante por medio de ajustes.

Yoga somático y sus beneficios

Este yoga confiere grandes ventajas y bondades, que incluso podrían transformar tu vida entera.

  • Permite una reeducación mental y corporal, adoptando una mayor conciencia entre las sensaciones internas y físicas. 
  • Se eliminan las tensiones físicas, potenciando la coordinación y comunicación neuromuscular. Es muy útil en caso de dolores crónicos, ya que se trabaja en el fortalecimiento de las fascias.
  • La persona puede experimentar una gran sensación de calma y tranquilidad, reduciendo de manera asertiva el estrés y la ansiedad.
  • Es una buena alternativa para quienes no desean practicar otras modalidades de yoga más activas y potentes como el Power Yoga o Flow.
  • Existe menos riesgo de lesiones, ya que la persona está más consciente de sus limitaciones. Por lo que no se sentirá tentado a realizar asanas que puedan forzar su cuerpo.
  • Conseguir un control de tus pensamientos y un enfoque en el presente, así como una mayor claridad mental.
  • Se obtiene una buena postura, gracias a la corrección de movimientos y patrones disfuncionales.
  • Favorece al sistema digestivo y la circulación, también ayuda a mejorar los problemas en la espalda.

¿Cómo practicar el yoga somático?

Durante una clase de yoga somático se abordan una serie de etapas que permiten al cuerpo calentarse, experimentar el movimiento, respirar correctamente y conseguir un estado de relajación. Exploremos aquellas que deben realizarse para conseguir el máximo potencial durante una sesión.

  • Concientización de lo corporal, se cambian los patrones negativos a través de un trabajo físico por medio de asanas.
  • Movimientos meditativos; consiste en estar enfocado en una parte del cuerpo, identificando la conexión que existe entre tu mente y la ejecución de un movimiento.
  • Respiraciones, se cambia la forma de inhalar y exhalar, para que este proceso se realice de manera plena. Así se consigue una gran calma y serenidad.
  • Ajustes o adaptación de las posturas, las asanas se personalizan de acuerdo a las necesidades de cada practicante. Pueden emplearse ciertos equipos como mantas, cinturones, almohadillas, sillas, entre otros.
  • Imaginación a través de metáforas, se trabaja en la ideocinesis, pensando en el movimiento antes de ejecutarlo.
  • Proceso de relajación, se adoptan asanas o posturas pasivas que permiten el descanso, estiramiento y una relajación completa del cuerpo y mente.

Posturas del yoga somático

Si te ha llamado la atención esta disciplina, aquí te comentamos algunas posturas que se realizan durante una clase de yoga.

  • Posición de descanso constructivo, es una variación de la postura Savasana y permite una transición y descanso. Trabaja en los músculos psoas, parte baja de la espalda, caderas y abdomen.
  • Postura reclinada con torsión de rodillas, es una asana supina ideal para personas inexpertas, tiene 153 variaciones. Esta implica tensión y estiramiento.
  • Postura con pierna levantada y correa en pared, es ideal para trabajar las caderas, ya que permite un buen estiramiento. Todo gracias a que se emplea una correa, los principiantes pueden realizarla sin problemas.
  • Postura del gato y la vaca, permite un estiramiento hacia delante y atrás, es una posición restauradora. Se trabaja en chacras del plexo, sacro y raíz. Se puede conseguir una mayor flexibilidad de la columna, al tiempo que existe una sincronización entre la respiración y el movimiento.
  • Liberación del viento, es una postura base supina y restaurativa que deriva del hatha yoga; trabaja en el plexo solar. Es muy útil para eliminar gases retenidos en el intestino y estómago, también se usa durante la menstruación. Permite un fortalecimiento del abdomen, glúteos y brazos.

Estas son solo algunas posiciones, ya que existen diversas posturas y cientos de variables en cada una de ellas.

Riesgos potenciales del yoga somático

Ahora sabes qué es el yoga somático; no obstante, aunque es ideal para una gran cantidad de personas resulta importante tomar precauciones al practicarlo. Por lo que debes tener cuidado con ciertos riesgos como los siguientes.

  • Lesiones en la columna cuando se redondea o flexiona de forma incorrecta durante la ejecución de alguna postura y movimiento.
  • Si no se realiza una adaptación correcta es factible que se exacerben las lesiones que ya existen en tu cuerpo.
  • Algunas personas pueden sentirse abrumadas o forzadas cuando deben crear imágenes metafóricas o conectarse con pensamientos y emociones intensas.
  • Practicar este yoga con un instructor que no esté debidamente calificado. Porque se trata de lograr equilibrio en la postura, movimiento y conexión mental. Alcanzar este estado requiere de una formación especializada.
  • No comenzar desde posturas de iniciación, lo cual podría derivar en lesiones y dolores musculares. 
  • Realizar estiramientos excesivos, esto ocasiona lesiones isquiotibiales.

¿Dónde practicar yoga somático?

Es importante contar con un instructor calificado, que te pueda guiar sobre todo si no tienes experiencia. Este podrá hacer las adaptaciones que requiera cada persona. Por ejemplo, es importante comenzar con rutinas de 15 minutos e ir aumentado de forma gradual.

Hacerlo en una escuela o estudio es la manera más recomendable de comenzar con este tipo de rutinas. Aunque también es posible contratar una clase privada o sesiones online en vivo y pregrabadas. Puedes investigar en directorios, perfiles de redes o páginas web y evaluar aquel que te sea más conveniente.

También, es posible hacerlo en sitios naturales que promueven un estado de conexión y relajación. Otra buena idea es apuntarte a talleres y seminarios donde asimiles los conocimientos acerca de este tipo de yoga.

Por otro lado, usar equipamiento te facilitará las rutinas y ciertas posturas, impidiendo que te sobre esfuerces. Realiza la práctica con una mayor eficacia y comodidad al adoptar accesorios como esteras antideslizantes, cojines, correas, empleando alguna silla o simplemente asistirte con una pared.

El yoga somático es una práctica integrativa, si sientes que es para ti te invitamos a explorarla más de cerca. Solo así podrás descubrir si te gusta este estilo o prefieres algo más dinámico como el yoga vinyasa.